Orgullosos de nuestra fe

† Santiago Gómez Sierra

Obispo de Huelva

Queridos diocesanos: otro año más nos disponemos a celebrar el Día de la Iglesia Diocesana, una jornada que pretende concienciar a los miembros del pueblo de Dios sobre la importancia de la Iglesia local.

En ella, presididos en la caridad por el obispo, los miembros del cuerpo místico hacen presente a la Iglesia universal. Como nos recuerda el Concilio Vaticano II: «La diócesis es una porción del pueblo de Dios que se confía a un obispo para que la apaciente con la cooperación del presbiterio, de forma que unida a su pastor y reunida por él en el Espíritu Santo
por el evangelio y la eucaristía, constituye una Iglesia particular, en la que verdaderamente está y obra la Iglesia de Cristo, que es una, santa, católica y apostólica» (Christus Dominus, 11). La pertenencia a ella nos hace sentimos alegres y contentos, «orgullosos de nuestra fe», que vivimos en esta comunidad diocesana de Huelva.

Para que la Iglesia de Cristo obre en ella, contamos con el Espíritu Santo, que es el alma de la comunidad eclesial. Como nos recuerda el papa Francisco hemos de: «tener oídos, escuchar, es el primer compromiso. Se trata de escuchar la voz de Dios, de captar su presencia, de interceptar su paso y su soplo de vida» (A los fieles de la diócesis de Roma, 18–IX–2021). Y como fruto de su acción invisible, la Iglesia diocesana lleva a cabo una serie de actividades, siempre en tomo al triple munus que tiene encomendado el obispo en ella: el anuncio del evangelio, la celebración de los divinos misterios y el ejercicio de la caridad. La Iglesia diocesana en esas actividades ha de expresar también la índole sinodal de  participación, comunión y misión de todos sus miembros. En ese espíritu se está trabajando en nuestra diócesis en la formación y estructuración de los consejos pastorales parroquiales y los consejos económicos parroquiales.

Ahora, con motivo de esta Jornada, hemos de tomar conciencia de la importancia de nuestra participación en la vida de la comunidad diocesana. En la evangelización, en la vida litúrgica y en la acción caritativo-social. Nuestra diócesis trabaja en estos tres ámbitos. Y para realizar su misión ha de depender, cada día más, de la generosidad de sus miembros, generosidad que es fruto del amor a la Iglesia de todos y cada uno de sus miembros. Nuestra participación ha de ser cada día mayor. Participar quiere decir entrar en comunión con los hermanos, y esa comunión nos lleva a la misión que tenemos encomendada. Para su realización necesitamos medios materiales. Que nuestra participación económica en el soste-
nimiento de la Iglesia sea fruto de nuestro compromiso misionero.

Podemos sentimos «orgullosos de nuestra fe», no desde la prepotencia, no desde la soberbia, sino desde el humilde servicio que prestamos a nuestro pueblo. Sin complejos, sin miedo, nuestra fe en Cristo nos impulsa a servir a los demás. No olvidemos que nuestra fe se fundamenta en Cristo resucitado, que ha entregado su vida para la vida del mundo.

Con motivo de esta jornada, desde la diócesis, se os hará llegar información sobre las actividades de nuestra Iglesia local, lo que es y hace, y cómo lo hace. Que todo ello redunde en que la jornada se convierta en una oportunidad para reforzar el sentimiento de pertenencia a esta Iglesia diocesana de Huelva.

Con afecto os bendigo.

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