Por lo tanto, agradezco el esfuerzo de todos los departamentos diocesanos que han participado en la elaboración de esta memoria, avanzando en la dirección de la transparencia y de la pedagogía comunicativa. Conviene decir que aunque esta memoria presenta mejoras con respecto a la del año anterior, necesitará todavía ser ampliada en próximos años.
Al tiempo que publicamos esta Memoria Económica y de Actividades del año 2019, se constituye en nuestra diócesis una Oficina de Transparencia, que estará presidida por el secretario general de la diócesis. El compromiso con la transparencia no se limita a la economía, sino que abarca otros muchos campos. En la página web diocesana existe un Portal de Transparencia, en el que se irá publicando toda la información que esta oficina vaya recopilando.
Por otra parte, no conviene olvidar que en esta memoria que tienes en tus manos, no se refleja todavía el impacto que ha tenido la crisis sanitaria de la COVID-19 en nuestra economía y actividades pastorales. Damos por hecho que el informe del año 2020 va a mostrar una cruda realidad dura, a la que tenemos que hacer frente.
Para ello, será importante que crezcamos en transparencia y en comunión. Solamente así, podremos construir con esperanza un futuro que se presenta como incierto. Como nos recuerda la reciente encíclica del papa Francisco, que lleva como título Fratelli Tutti, este reto requiere que “abordemos la empresa de salir de nosotros mismos” (cfr. n. 88), para ser capaces de alcanzar el bien común.