Resultan recurrentes los titulares de prensa que recogen información sobre las aportaciones que la Conferencia Episcopal Española ha realizado en los últimos años a TRECE en contraposición a lo que ha destinado a Cáritas.

Es cierto que la Conferencia Episcopal apuesta desde hace años en crear una televisión independiente, apoyada en el humanismo cristiano, que respete todas las opiniones y haga visibles y comprensibles los puntos de vista de la Iglesia.

Al igual que lo logrado con COPE (influencia, audiencia y sostenibilidad económica), se espera que TRECE permita desarrollar un proyecto de televisión con presencia social, influencia en los contenidos y en los encuadres y que sea sostenible económicamente. Una cadena económicamente estable para el bien de la sociedad y el desarrollo profesional y personal de las decenas de trabajadores y sus familias, que de ella dependen.

Es especialmente relevante aclarar algunos aspectos. El dinero que la Iglesia recibe por la X en la renta es una aportación voluntaria y libre de los contribuyentes a la Iglesia para desarrollar su labor. En la actualidad, el 81% del dinero recibido por la X se entrega a las diócesis, y así sostiene una parte de sus actividades caritativas, celebrativas, asistenciales y pastorales.

También es una injusticia manifiesta comparar esta inversión con los recursos que la Iglesia destina a Cáritas. Cáritas es la institución que la Iglesia católica en España ha creado para ayudar a los necesitados. Es, por tanto, la misma Iglesia. El dinero que la Iglesia destina a Cáritas es el que destina de sus recursos cada parroquia, cada diócesis, cada congregación religiosa, cada fiel particular y también la Conferencia Episcopal. Esta aportación de la Iglesia supone el 65% del presupuesto de Cáritas.

La aportación de la Iglesia a TRECE es solo la que realiza la Conferencia Episcopal, y supone un 4% del dinero recibido de la Asignación.

Cáritas España está compuesta por 70 Cáritas diocesanas que dependen directamente de cada una de las diócesis, y más de 5.800 Cáritas parroquiales. Cada una de ellas con personalidad jurídica propia y, por tanto, económicamente autónomas, cuyo presidente es el Obispo. Es, por tanto, la economía diocesana la responsable del sostenimiento de su labor en cada territorio.

Si profundizamos en la economía diocesana, comprobamos que ese 81% de la Asignación Tributaria que se distribuye directamente entre las diócesis forma parte sustancial del sostenimiento de Cáritas. En concreto la Asignación Tributaria supone para las diócesis el 24% de su presupuesto en su labor pastoral y asistencial, retribución del personal seglar y sacerdotes. Todo ello núcleo de la actividad social de la Iglesia.

Es importante indicar que los datos que recogen los periódicos no son fruto de incisivas investigaciones periodísticas sino de la consulta de unos datos ofrecidos anualmente por la Conferencia Episcopal Española. La Memoria de Actividades de la Iglesia es un documento público, disponible para todos, donde la Iglesia rinde cuentas con toda transparencia con los millones de personas que deciden marcar la X de la Iglesia en su declaración de la renta.

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