Para poder llevar a cabo la amplia variedad de actividades litúrgicas y pastorales, educativas, evangelizadoras, culturales, caritativas y asistenciales que acomete, la Iglesia necesita financiarse. La obtención de los recursos ha ido evolucionando con los años. El proceso tiene como fin último la autofinanciación económica. He aquí las fechas más señaladas de dicho proceso.
La obtención de los recursos ha ido evolucionando con los años. El proceso tiene como fin último la autofinanciación económica. He aquí las fechas más señaladas de dicho proceso.
1979. Comienza el proceso de la autofinanciación de la Iglesia con la aprobación de un nuevo marco constitucional, por el que "el Estado se compromete a colaborar con la Iglesia católica en la consecución de su adecuado sostenimiento económico, con respeto absoluto del principio de libertad religiosa". Se trata de el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, por el cual el Estado aporta una cantidad única con la que contaba la Iglesia para su sostenimiento. En él también se da un primer paso hacia un sistema de Asignación Tributaria, con el que serán los propios contribuyentes quienes puedan decidir si destinan sus ingresos a la financiación de la Iglesia Católica en España. Se fija un plazo de tres años para la implantación de este sistema.
1988. Primer ejercicio con el nuevo sistema de Asignación Tributaria. El porcentaje de sus impuestos que los ciudadanos ceden es, en estos momentos, de poco más de 0,5239%. Este modelo de financiación permite que los contribuyentes puedan marcar la casilla de la Declaración de la Renta destinada a la Iglesia católica u otra dedicada a "fines de interés social". Se establece también que la dotación de la Iglesia tenga un complemento anual con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, y que se siga trabajando para la sustitución progresiva de la aportación económica del Estado. Se fija un nuevo plazo transitorio de tres años.
2000. Se perfila la opción de compatibilizar la elección de diferentes casillas. De este modo, si el contribuyente decidía marcar dos casillas, no se veía reducida la cantidad destinada a cada una de ellas.
2002. Se aprueba la Ley de Mecenazgo, por la que, a efectos fiscales, la Iglesia queda equiparada al resto de entidades del sector no lucrativo: fundaciones, ONG, etc. Los pasos decisivos en la autofinanciación de la Iglesia se van a dar entre 2006 y 2008, periodo en el que se pone en marcha la revisión del nuevo sistema de Asignación Tributaria.
2006. El Gobierno y la Iglesia acuerdan un nuevo modelo de financiación que elimina la dotación directa del Estado, aumenta la asignación del IRPF del 0,5239% al 0,7% y elimina la exención del IVA.
2007. Entra en vigor el nuevo modelo de financiación, aunque no es hasta la campaña de la Renta de 2008 cuando puedan verificarse sus resultados. El modelo -vigente en la actualidad- suprime la dotación directa del Estado y asigna a la Iglesia el 0,7% del IRPF de quienes marquen la casilla correspondiente.