La respuesta de la Iglesia a los más vulnerables

#marginación

La pandemia que estamos viviendo, y las dificultades y problemas que está generando en la sociedad y en las familias, nos está haciendo más sensibles a la realidad sufriente de la persona en todas sus dimensiones

Pedro Juan Martínez Serrano
Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Cartagena

En el corazón de Cáritas diocesana de Cartagena nos preocupa no solo tener cubiertas las necesidades básicas, sino la posibilidad de crear y desarrollar estructuras que acompañen procesos en los que las familias se integren cada vez más en nuestra sociedad. “No solo de pan vive el hombre”. Esta frase de Jesús, junto con la mirada puesta en las periferias de las que nos habla el papa Francisco y las claves de nuestro obispo D. José Manuel, nos están ayudando a afrontar las relaciones que surgen en el devenir de nuestra Cáritas en este momento de gran incertidumbre. A lo largo de esta pandemia, Cáritas ha puesto todos sus recursos a disposición de las personas más vulnerables. La respuesta se ha adaptado según las distintas necesidades que han ido surgiendo, agravadas por la situación que hemos vivido. Familias enteras se han visto en un gran aprieto para poder poner un plato de comida en sus mesas o para hacer frente a los gastos cotidianos de la vivienda. Junto a ello, ha empeorado la situación de las personas sin techo y de todas las personas más indefensas en general.

Pero esta crisis también ha afectado al trabajo que se realiza con los niños, los migrantes, los ancianos… En definitiva, ha repercutido también en nuestras Cáritas parroquiales. Nuestra Cáritas diocesana ha estado a disposición de las parroquiales y de la administración regional y municipal para paliar las consecuencias de este tiempo crítico que estamos viviendo. A lo largo de estos meses, hemos ido adaptándonos a las circunstancias y poniendo los proyectos al servicio de las personas. Prueba de ello es la ingente labor de nuestros voluntarios y técnicos en los centros de acogida de las distintas parroquias, la Escuela de Hostelería, la creación de tres nuevos centros de distribución de alimentos, los centros de Cartagena, Mazarrón y Murcia que acogieron a los sin techo, la formación para el empleo en la reforma, limpieza, tapicería.

Pero también acompañando a los migrantes, a los niños en la escuela de infancia, en las guarderías, los comedores sociales, la recogida de ropa, etc. Nuestro trabajo sigue en la brecha en un momento convulso que nos pide estar atentos, con los cinco sentidos. Agradezco a nuestra diócesis y a la Cáritas diocesana de Cartagena el testimonio creíble de amor que viene de Dios, puesto al servicio de todos. 

La Iglesia con los marginados

6.332

centros en España para mitigar la pobreza

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(cifra en miles) de personas atendidas en centros para mitigar la pobreza

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