Allí o aquí: todos somos misioneros

#servicio

Se anuncia el Evangelio con la entrega de la vida, con el servicio, el sacrificio y la alegría para todos y por todos. Vidas entregadas a la Iglesia para el mundo

José María Calderón Castro
Director de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias de la Conferencia Episcopal Española y de Obras Misionales Pontificias

Si algo he aprendido desde que la Iglesia me encomendó la dirección de Obras Misionales Pontificias y el servicio en la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias, es que la tarea misionera no es algo privado de unos pocos “locos” que, con la idea de que Dios se lo ha pedido ¡se van a la misión! La tarea misionera es una tarea de toda la Iglesia, y toda la Iglesia siente la responsabilidad de que la evangelización no se frene. Y, cuando digo toda la Iglesia, me refiero a todos los que formamos parte de ella. Todos los cristianos debemos sentir el peso de la labor que Jesús, nuestro Señor, ha encomendado a la Iglesia: «Id al mundo entero y predicad el Evangelio». Es verdad que tienen que existir esos “locos” que, enamorados de Cristo, son capaces de ofrecerse a la Iglesia para ser enviados a los lugares donde hace falta esa evangelización. Pero los que, por vocación divina, nos quedamos en nuestros barrios, pueblos y ciudades, no podemos dejar de sentir la responsabilidad de que esa labor se lleve a cabo. Y lo hacemos con nuestra oración, con nuestra disponibilidad con las delegaciones diocesanas de Misiones para hacer animación misionera, para hacer voluntariado. Lo hacemos también con nuestra participación económica. No se trata de una limosna: se trata de sentir la responsabilidad que tengo por ser Iglesia. Y, por el hecho de ser Iglesia, es también cosa mía la expansión del conocimiento de Cristo, de la transmisión del amor de Dios. Me incumbe, me preocupa, me ocupa. Y no teniendo que hacerlo, al partir a las misiones lo hago uniendo mis talentos y mis fuerzas en esta tarea. Yo me siento orgulloso de los más de 10.000 misioneros españoles que están por el mundo, pero también de los que no son españoles, porque son cristianos como yo. Y no solo siento orgullo: siento en mi vida de fe que ellos dependen también de mí, de mi santidad, de mi oración y de mi colaboración. Como los contrafuertes en los edificios románicos, yo intento ser un apoyo para que la evangelización sea posible.

La Iglesia, LAS VOCACIONES Y LAS MISIONEs

16.960

sacerdotes en España repartidos en 22.993 parroquias

37.286

religiosos en España

10.893

misioneros españoles por el mundo

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